Abstract
El abdomen es una de las zonas más intere-santes del cuerpo; una gran parte de los órganos que nos conforman se ubican en él, incluyendo la vesícula biliar, ubicada bajo el hígado y que tiene la función de almacenar la bilis, que drena desde el hígado a través de los conductos biliares a la vesícu-la, para posteriormente ser liberada por el conducto cístico a la segunda porción del duodeno, por medio de la colecistocinina. La bilis se encarga de la emul-sión y absorción de grasas y vitaminas liposolubles, excreción de bilirrubina y colesterol, e incluso del transporte de IgA y efectos antimicrobianos como la ruptura de membranas de algunas bacterias. La for-mación de cálculos biliares sucede en la vesícula biliar, y pueden transportarse al conducto cístico e incluso al conducto biliar común, generando obstrucciones e incluso complicaciones mayores.
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